Este árbol generoso está unido intrínsecamente a las gentes de este Valle, pues primero les da su fruto mediante su cultivo del que viven directa o indirectamente una inmensa mayoría de habitantes de los 15 pequeños pueblos que lo forman, y segundo, les regala un inmenso placer para los sentidos, cuando sus hojas se van tiñendo de tonos marrones, amarillos, naranjas , ocres y dorados, antes de caer al suelo formando una increíble alfombra multicolor por el que transitan en estas fechas centenares de senderistas y visitantes como nosotros.
En esta ocasión hemos recorrido los pueblos de Parauta, Cartajima e Igualeja, lugar de nacimiento del Genal, el río que da nombre y vida a este Valle, con la buena compañía de los amigos del Club Senderismo 3 Caminos. 22 Noviembre 2014
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