La ruta discurre por camino ancho y fácil, en suave descenso entre olivares, pasando por distintos cortijos hasta salvar el Río de la Peña. A partir de aquí algunos repechos para descender finalmente a Setenil. Lo más interesante sin duda está en su inicio, las ruinas de Acinipo y en su final el magnífico pueblo lleno de encanto Setenil de las Bodegas.
Tiene una altitud media de 1000 metros lo que le daba un gran valor estratégico, estando construida en una pendiente por lo que los edificios están construidos de forma escalonada. Acinipo gozó de la potestad de acuñar monedas, llegando a tener mas de 5000 habitantes.
La construcción mas importante del yacimiento es el Teatro que tenía una capacidad de unos 2000 espectadores sentados y para su construcción se aprovechó el desnivel de la ladera, en la parte de la orquestra todavía se pueden observar diversas placas de mármol rosado con el que estuvo decorado.
También cuenta con los restos de lo que pudo ser un foro y junto a éste las termas de las que se conservan tres piscinas.
Viviendas
El grupo en la portada del Teatro Romano.
Grazalema
Olvera
Vértice geodésico
Termas
Cortijo de Ronda la Vieja
Trabajadores en plena faena de recolección de la aceituna.
Cortijo de Charco Lucero
Cortijo Calle
Cortijo de las Limosnas
Cortijo Los Montecillos
Setenil guarda una belleza especial que hace que sus calles sean el principal atractivo, callejear por este pueblo es no parar de sorprenderse de como sus habitantes han sabido aprovechar la orografía del terreno para crear su hábitat, y es que no es que estén excavadas en la roca sino que están completamente engullidas por ellas calles enteras.
Torre del Homenaje
Al fondo Olvera, desde la Torre del Homenaje del Castillo o Fortaleza Nazarí, siglo XIII