La otra zona destacada es la que nos disponemos a visitar hoy: La Ribera del Huéznar, un enclave natural único, donde se encuentran las Cascadas del Huéznar, declaradas Monumento Natural por la Junta de Andalucía, se componen de varios saltos naturales de increíble belleza, que se forman en el curso del río, rodeadas de un magnifico bosque de galería con numerosos olmos, alisos, fresnos, sauces y que hacen, a pesar de su expresa prohibición, las delicias de los bañistas en época estival.
Esta bonita y asequible ruta, la hemos iniciado en el mismo pueblo, en un área recreativa enmarcada alrededor del nacimiento del mismo río Huéznar, una especie de charca donde se observa el borboteo de las aguas que emergen del fondo, todo ello rodeado de un hermoso bosque de chopos y otras especies que hacen del lugar un perfecto sitio para pasear o pasar la tarde en alguno de sus merenderos.
Desde esta zona recreativa, enlazamos en pocos metros con la antigua vía verde que discurría entre Cazalla y Cerro del Hierro, por la que caminaremos paralelos al cauce del río durante un par de kilómetros, hasta que llegamos a los restos de una probable antigua estación junto a un túnel, punto en el cual la abandonaremos para proseguir nuestro camino, ahora por el mismo margen del río, entre un bonito bosque de galería.
Pronto el murmullo del agua en su precipitada caída nos alerta que estamos ante la primera de las cascadas, es el momento de recrearse y disfrutar del espectáculo, a continuación y casi de seguido localizamos hasta cuatro saltos de agua más, llamados también travertinos.
El lugar cuenta también con una zona recreativa junto al río, llamada El Martinete, desde donde iniciamos el regreso, este recorrido de vuelta lo realizamos por el margen contrario al traído en la ida, pasando por una antigua central hidroeléctrica hasta llegar al nacimiento que fue nuestro punto de partida, con parada obligada en el magnifico Puente Romano con el que cuenta este precioso pueblo.
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